Sacando para afuera

lunes, 9 de junio de 2008

Empezar un blog autobiográfico a estas alturas del año es un poco extraño, lo sé. Para eso se eligen fechas como marzo o enero. Razones para justificarme no tengo; al menos no tengo nada consistente.
Más que nada necesito un poco de expresión tal cual. Porque tengo otro blog, perdido por ahí, donde escribo cosas, pero nadie las entiende porque me preocupo de ultra codificarlas.
Aqui, ahora donde está usted leyendo, no hay mentiras. Todo ocurre tal cual. Sucede en mi vida, en mi cabeza, en mis sueños, en todas partes.
Siento que estoy naciendo. Estoy en un estado pseudo depresivo, de insatisfacción general en relación a los hombres (a EL hombre), de rebeldía hacia mis padres (rebeldía tardía si me preguntan, porque ya tengo 21 años), de ansiedad extrema también, por lo que fumo y como todo el día. Me doy cuenta en todo caso de la pena que tengo. Alcanzo a tener un grado de conciencia con respecto al proceso que estoy viviendo, por lo que se hace todo más sostenible. Al verlo como pasajero paso a sentir que estoy pisando un escalón firme y no cayendo en un vacío.
La metáfora entonces es que estoy en "trabajo de parto". Estoy a punto de sufrir un cambio definitivo, pero para llegar a él tengo que primero pasar por esta pena, esta desilución, rabia, angustia, ansiedad e inconformidad rancia que me tiene incapacitada para buscar horizontes más promisorios. Después nacerá esta nueva parte de mí que tal vez pueda concretar satisfacción, y haga de estas semanas de trabajo de parto algo que valga la pena.
Algo así como un proceso de maduración.

0 comentarios: