De nuevo sobre tierra

martes, 19 de agosto de 2008

Mi intentada con Andrés se está volviendo bien psicópata. Volvimos a esto de ser super amigos, grandes amigos, inseparables, irremplazables: "veamos películas", "vamos al teatro", "cocinemos cosas ricas", "vamonos en moto a la universidad".
Entonces me encontré hoy de vuelta a mi casa, andando en micro con Andrés, el hombre del año, riéndonos sobre no sé qué cosa, escuchando música desde su ipod, felices de la existencia y bueno... Me dieron unas ganas de darle un beso, pero tan grandes, tan grandes, que me avergonzé de esta nueva situación en la que me metí. En el sentido de que quisiera de verdad abrazarlo, darle un beso, tomarle la mano... me pasa. Me pasa todo el tiempo con él, pero lo tengo engañado con una amistad real y profunda que no tiene nada que ver con relaciones de pareja ni nada. Entonces lo engaño, le miento, escondo la verdad solo para poder mantenerlo cerca mío. Bien cerca.
Todo con una pequeña gran esperanza de que en algún momento esta gran y profunda amistad tome un poco más de forma amorosa y por fin el se de cuenta de que me quiere.
STOP
Eso sonó super egocéntrico, pero en verdad yo sé que le gusto. Me mira con cara de ternura, se ríe todo el día conmigo, siempre me pone como ejemplo, ve películas y se acuerda de mi y me cuenta cuando se acordó de mi... no sé, tantas cosas.
Pero al mismo tiempo, no sé, no pasa nada! No se me acerca de ninguna forma, no me habla distinto...y eso que estuvimos juntos!
Es posible que hayamos partido conociendonos como pareja, para luego transformarnos en super buenos amigos? Me parece terrible. Algo debe de sentir por mi, estoy segura!
Pero mientras espero, ojalá no conozca a nadie, ojalá no esté yo perdiendome cosas y esperando en vano, ojalá, ojalá tenga razón, porque juntos seríamos tan buenos, haríamos tantas cosas... Es perfecto, somos perfectos. Pero, ¿qué hago ahora?
Me quedo. Me voy. Mejor espero un poco a ver si se da cuenta. Y si no pasa nunca, cuál es el límite?