Hablando de límites

martes, 2 de septiembre de 2008

Porque he estado pensando harto ahora último sobre mi finalidad, la razón por la que sigo internada en esta situación. Si bueno, le sigo mintiendo todo el tiempo, sigo sin decir nada sobre mis ganas de abrazarlo y apretarlo y masticarlo, pero lentamente creo que veo la luz al final del túnel.
Tal vez de verdad no le gusto ni un poquito. Nada, cero. Me parece raro si, que en algún momento le haya gustado e incluso hayamos intentado tener una relación de pareja. Pero bueno, cambiamos a esto y ahora no le gusto. Y somos como...¿hermanos? Como Jack y Meg White. Así somos.
Y tal vez, yo que pienso que esta situación va a cambiar, simplemente sigo atrapada en este negar la realidad, auto absorbiéndome en un sueño que no se va a cumplir. Porque si él algo sintiera por mi ¡¡ALGO!! entonces no sé, algún indicio me daría.
Lo terrible, lo asqueroso mejor dicho, es que me veo, soy capaz de entenderme en esto y analizar cada paso que los dos damos, pero aún así no soy capaz de finiquitar el negocio y rendirme y darme cuenta de que no tiene vuelta y no funcionó. No puedo hacerlo, necesito llegar al fondo, vivirlo todo, de verdad agotar profundamente todos los recursos, aunque muera en el intento.
De todas formas soy demasiado mula, porque en la práctica no he hecho nada nuevo. Nos juntamos, no reímos, vemos películas, salimos a carretear, nos tomamos un trago, le hago cariño en el pelo, estamos todo el día juntos, pero nada más. Él no tiene por qué saber que yo sigo sintiendo cosas por él, a pesar de que no creo que sea tan pavo como para no cachar, pero no ha manifestado nada al respecto, ni de saberlo ni de ignorarlo. Entiendanme. Lo digo porque si se diera cuenta no ha hecho nada para que yo se lo diga o para concretar algo juntos, o en el caso contrario, no me ha dicho que no podemos ser amigos o que no nos juntemos más o que simplemente "ELISA NO ME GUSTAS Y NO ME GUSTARÁS JAMÁS".
Tal vez si me dice eso, en una de esas, atino y me viro. O tal vez no. Como estoy tan empecinada en que sí me quiere, que tal vez seguiría enganchaday coqueteandole a lo lejos.
Al final, estos son solopensamientos al azar. Nada de esto se va a concretar, no voy a hacer nada, no me moveré. Tal vez él haga algo, ¿cómo saberlo?
Lo que sí sé es que este fin de semana nos vamos con unos amigos a Algarrobo. Y para el 18 nos vamos a ir a La Serena. Difícil no querer agarrármelo en la playa...
Pero es lo que hay.

De nuevo sobre tierra

martes, 19 de agosto de 2008

Mi intentada con Andrés se está volviendo bien psicópata. Volvimos a esto de ser super amigos, grandes amigos, inseparables, irremplazables: "veamos películas", "vamos al teatro", "cocinemos cosas ricas", "vamonos en moto a la universidad".
Entonces me encontré hoy de vuelta a mi casa, andando en micro con Andrés, el hombre del año, riéndonos sobre no sé qué cosa, escuchando música desde su ipod, felices de la existencia y bueno... Me dieron unas ganas de darle un beso, pero tan grandes, tan grandes, que me avergonzé de esta nueva situación en la que me metí. En el sentido de que quisiera de verdad abrazarlo, darle un beso, tomarle la mano... me pasa. Me pasa todo el tiempo con él, pero lo tengo engañado con una amistad real y profunda que no tiene nada que ver con relaciones de pareja ni nada. Entonces lo engaño, le miento, escondo la verdad solo para poder mantenerlo cerca mío. Bien cerca.
Todo con una pequeña gran esperanza de que en algún momento esta gran y profunda amistad tome un poco más de forma amorosa y por fin el se de cuenta de que me quiere.
STOP
Eso sonó super egocéntrico, pero en verdad yo sé que le gusto. Me mira con cara de ternura, se ríe todo el día conmigo, siempre me pone como ejemplo, ve películas y se acuerda de mi y me cuenta cuando se acordó de mi... no sé, tantas cosas.
Pero al mismo tiempo, no sé, no pasa nada! No se me acerca de ninguna forma, no me habla distinto...y eso que estuvimos juntos!
Es posible que hayamos partido conociendonos como pareja, para luego transformarnos en super buenos amigos? Me parece terrible. Algo debe de sentir por mi, estoy segura!
Pero mientras espero, ojalá no conozca a nadie, ojalá no esté yo perdiendome cosas y esperando en vano, ojalá, ojalá tenga razón, porque juntos seríamos tan buenos, haríamos tantas cosas... Es perfecto, somos perfectos. Pero, ¿qué hago ahora?
Me quedo. Me voy. Mejor espero un poco a ver si se da cuenta. Y si no pasa nunca, cuál es el límite?

Cerrando Círculos

martes, 15 de julio de 2008

Antes de que llegara Andrés a mi vida, hace un par de años atrás, creo que experimenté "el amor de mi vida" o al menos la primera vez que me enamoraba. Osea, estamos hablando de amor profundo, de hacer girar el día a día entorno a esa persona; planes a futuro, proyecciones y ese pulmón super inflado cuando se camina al lado de la persona que se ama.
Fue una relación de 3 años. Terminamos a fines del 2006. El año siguiente fue técnicamente perdido. Doce meses de transición, lágrimas, adaptación a la soltería, a la vida con las amigas, discoteques, pubs, volver a llorar por no lograr adecuarme. Un período de mierda.
Lo que era más asqueroso, en esos momentos claro, eran los vestigios de relación que quedaron dando vueltas con mi ex. Infinitos "remembers" que me dejaban de rodillas en el suelo todas las veces, él con sus relaciones nuevas y apartandome de su vida, yo que no podía vivir sin él. Pero no éramos amigos, no éramos nada. De un día para otro desapareció. Creo que esa fue la parte más triste de toda la historia, que solo volvía cuando yo lo buscaba para tirar. Al día siguiente se arrepentía (a veces lloraba por eso) y volvía a desaparecer. Esto debe haber pasado cuatro veces más o menos, a lo largo del 2007.
Todos mis intentos de tener una relación estable a partir de mi quiebre con él, han sido fallidos. No sé por qué. Demás que es el destino. Demás que estoy haciendo las cosas mal. ¿Cómo saberlo? No lo sé. Lo que sí sé es que lo importante es cerrar el círculo. Porque mi historia, esa historia que todas las mujeres tenemos guardadas en el fondo, esa que nos marca, que nos rompe, que nos deja fallas de fábrica para los otros, tiene que tener un ciclo definido y cerrado, para que lograr sanar y luego re cocnstruir.
Sé que estoy sonando majestuosamente como un libro de auto ayuda, pero es que de veritas lo creo. Tanto así que le mandé un mail a mi ex. No hablábamos desde nuestro último "encontrón" en Octubre del año pasado. Le escribí sobre cosas de mi vida y que me gustaba pensar en lo que tuvimos, ya que fue una historia linda. Me respondió, si. Me dijo cosas lindas también. Cosas parecidas a las que me pasaban a mi. Me dijo que estaba con una niña, pero que siempre se acordaba de mi con cariño y que a pesar de que todo había salido mal, era porque los dos habíamos elegido cosas distintas cuando estábamos juntos, que esas cosas nos habían formado como personas, y que a pesar de que nos llevaron por caminos distintos, no teníamos que mirar nuestra relación como un algo feo del que había que arrepentirse.
Fue extraño, tengo que admitirlo. Yo pensaba que para mi esa historia ya estaba superada. Que las dos "pseudo" relaciones que tuve después de él habían sido suficientes. Pero no. Al recibir su mail sentí de verdad que una gran mochila negra se caía desde mi espalda. Y que el peso del fracaso de nuestra relación se esfumaba con la rapidez de un clic. Me sentí menos frustrada, más entendida. No sé como explicarlo.
Pero desde ahora veo todo distintos. Siento que ahora están empezando las cosas de neuvo. Que ahora soy capaz, por fin, de tener algo limpio con alguien, a pesar de que mi corazón está pegado con scotch. Dicen que eso lo hace más lindo...
Oajlá que mi cambio interno atraiga cosas buenas. Tal vez se elimine así mi "vestido de novia en la cartera y/o complejo de princesa" y pueda convencer a Andrés de pegarle una re intentada...

Fiebre de sábado por la noche

domingo, 22 de junio de 2008

Casi una semana después de dar por terminada mi obsesión con Andrés, me di cuenta que para variar, soy una farsa. Porque sí, me sigue gustando y lo sigo esperando. Una tontera, lo sé, pero yo soy así.
Por lo tanto, la opción para este fin de semana era simplemente buscar a mis mujeres y salir con ellas en busca de distracción; obviamente, el cometido no se cumplió. El quorum fue mínimo, asi que terminé saliendo con la Cristina y la Pamela (y su pololo Germán). Me junté primero con la Cri que venía de un carrete, bien tomada y prendidísima. De ahí pasamos a buscar a estos dos individuos que estaban más ebrios aún y que decidieron por nosotras, salir a bailar. Todo empezó y terminó en la Previa.
Como yo fui la conductora designada por osmosis (no había tomado nada), también fui la encargada de recolectar la plata para entrar a la discoteque. Un chiste! Germán me pidió plata porque no le alcanzaba y de ahí me pidió vuelto, la Pame joteándose al guardia para poder entrar gratis y la Cri juntando hasta las monedas de 10. Entramos.
No hay nada más fome que ir sobria a una discotque. No porque el trago sea necesario para pasarlo bien, sino que porque todo el mundo está ebrio y cuesta un poco alinearse con el ambiente. Imagínense que en la barra había una pareja agarrándo brígido. Yo los veo, me río, luego se los muestro a la Cri que los mira, levanta una ceja y me dice : "no te sorprendas, mira a la Pame". Me giro y a mi otro costado, mi amigui practicamente comiéndose a su pololo. Igual me reí, era cómico.
Entonces nos fuimos a bailar las dos solas. Igual choro porque llegamos al momento en que ya no hay tanto reggeaton y suena más música de los 90 y cosas pseudo alternativas como hip hop gringo tipo 50 cent. Asi que ahí bailé gustosa. El problema empezó cuando llegaron dos tipos a sacarnos a bailar y la Cri enganchó cuático. Asi que me quedé pegada con un bailarin de lo más fome, de ese tipo de hombres que para bailar te toman las manos y hacen como el movimiento de la bicicleta...¡Que lata! Pero había que soportarlo porque mi amiga estaba embalada con el el otro tipo.
Mi cara de desagrado tiene que haber sido realmente notoria, porque al final el mino se fue "oye, em, voy a estar allá con unos amigos", y yo me quedé a bailar con la Pame y Germán. De lo más ridícula bailando sensualmente con un par de ebrios calientes que después se dieron cuenta de mi situación y empezaron a buscarme un mino. A estas alturas ya necesitaba una piscola bien cargada.
Yo le decía a Germán que no me gusta bailar con desconocidos en discoteques. Y es cierto, no es que fuera por la presencia de Andrés por sobre mi cabeza (que sí, era parte del problema), sino que igual el bailar, más en lugares como la Previa, implica algún tipo de atracción con la otra persona, que en situaciones como la de anoche, era imposible que naciera de mi, más encima sobria! Y es que en realidad soy muy mala para agarrarme a desconocidos. Me río todo el rato! Entonces, no! No!! Porfavor no! Y germán me trae a un mino. Más encima re parecido a Andrés. Asi que filo, lo rechazé, le dije que sorry, que en realidad no tenía intenciones de bailar y que era un jugo de mis amigos. Y se fue. Y ahí la Pame me agarró de un brazo, me llevó a una esquina y empezó:
-Escuchame, yo te voy a ayudar.
-¿A qué?
-Mira, deja de querer parecer pseudo intelectualoide porque así no te vas a conseguir a nadie. Al final terminai con puros minos como el Andrés porque proyectas eso, como que "soy rara y quiero un mino raro".
-JAJAJAJA, Pameeee, na que ver, yo no me las doy de intelectual.
-Si wna, mira como andas vestida y como que te ríes de todo el mundo.
-Puta pero es que soy así po, me da risa.
-Ya pero es que si nadie te dice que tienes que cambiar, solo que tienes que proyectar algo distinto. Al final te vas a encontrar un mino normal, que te va a aceptar con tus voladas raras y esas cosas. Pero para que llegue alguien así, tienes que cambiar de actitud. Has como yo, parezco físicamente hueca, pero no lo soy, y Germán me acepta así.
-Pame, estás curada.
-No, no es eso. Al final, Andrés no está contigo porque no soporta que seas más inteligente que él. Tienes que aprender a fingir.
La terrible insiquisicón de la Pame se vio interrumpida por la Cri, que llegó con cara de enojo porque el mino le pidió el número de teléfono y de ahí le dijo que lo esperara, que iba a buscar sus cosas para anotarlo en su celular, y nunca volvió. Un par de minutos después nos fuimos cada uno para su casa, la Pame y Germán encaramados uno soobre el otro y la Cri refunfuñando todo el camino contra un desconocido que la dejó plantada. Yo por mi parte, me reía de la situación e intentaba que la PAme no se acordara de lo que estábamos hablando.
Finalmente llegué a mi casa y lo que me queda de la noche es que tal vez ser como soy me dejará sola y abandonada, con grandes telarañas y con remordimientos de que alguna vez alguien me lo advirtió. Pero lo siento, si es que la Pame tiene razón, me quedaré sola para siempre porque no puedo hacerle caso. No puedo cambiar lo que soy, lo que me gusta y lo que busco.
Y lo que viene...¿qué es lo que viene?

Se acabó.

domingo, 15 de junio de 2008

Tengo que decir que tomar decisiones no es mi fuerte. Me demoro muy poco en darme cuenta de cuál es el camino que tengo que tomar, pero pasan muchas cosas antes de que realmente haga lo que tengo que hacer.
Ahora, si ponemos esta situación en el plano amoroso, soy una mierda de mujer, soy una arrastrada. Porque sé desde el momento justo, cuándo debería de correrme, salir del lugar, esconder la cabeza y dejar que todo termine. Pero no lo hago, y sigo buscando y buscando, sigo siendo rechazada múltiples veces de distintas formas. Hasta que tarde o temprano llego al punto en el que estoy ahora.
Aunque a decir verdad, no es que antes del momento en el que estoy ahora haya realmente tenido que tomar una decisión. Siempre es la otra persona la que toma por mi; me dejan, me patean, me botan o como ustedes quieran decirle. Yo decido olvidar cuando encuentro un reemplazo. En el fondo, es cuando cambio un amor por otro, una clavo saca otro clavo y todos esos cuentos. Pero antes de eso, rayo la papa y peino la muñeca todo el rato, en otras palabras, me arrastro y me ilusiono de una manera 100% masoquista.
Pero llegó el momento en el que de verdad tengo que salirme. No solo por un tema de orgullo, para no tener que seguir buscando las migajas rancias que me dan, sino de que han sido tantos los "rechazos" que ya no hay "magia", ya no espero nada.
Este tipejo, Andrés. Ya de verdad me tiene enferma. Yo les digo, me encanta. Me fascina a otro nivel, en serio. Es inteligente, simpático, muy culto, interesante, MINISIMO, es de verdad el hombre perfecto. Pero su problema inicial fue el miedo al compromiso y por ahí fue que nos fuimos desgastando. Filo, la cosa es que terminamos. Y yo, como siempre, me quedé marcando ocupado esperando a que en algún momento él se girara un poco y me viera esperando. La cosa es que lo que yo esperaba sucedió a medias. No realmente porque él necesitara estar conmigo, sino porque me necesita, sí, pero de una forma distinta. Me requería (para no decir "me quería") para apoyarse en mi porque su vida, de un día para otro, se volvió miserable. Entonces me buscó, me invitó a hacer cosas, etc. Nunca como pareja, sino como alguien que podía comprenderlo y ayudarlo. Y obviamente ahí estuve yo. Todo lindo hasta ese momento.
Pero resulta que quedamos de juntarnos hoy. Un poco porque yo me colé a su junta con su mejor amigo para hablar de esta "decadencia" que lo había tomado por sorpresa. La cosa es que lo llamo a las 11 para decirle que voy saliendo. Me dice que me llama más o menos en una hora porque estaban, él y su amigo, en la casa de unos amigos. Más o menos una hora después me manda un mensaje para avisarme que se atrasarían y que me llamarían más tarde. Yo les respondí que se relajaran, pero que me avisaran cualquier cosa. ¡Menos mal que salí de mi casa y me junté con unos amigos! Porque este jetón no me llamó nunca más. Ahora son las 4 20 de la mañana y no he recibido ni confirmación ni cancelación del asunto.
Yo entiendo que él es un volado. Que a veces no se quiere juntar, que le gusta su mundo, su libertad de acción, vivir a su manera. Pero, imaginense que yo me hubiera quedad maquillada y arreglada para él! O sea, un mínimo de respeto!
Entonces, de verdad, esto es lo último que puedo aguantar. Desde ahora en adelante, Andrés no es más que un mino al que podría haber querido mucho. Desde ahora en adelante, que se las arregle sin mi. Si necesita un consejo, un hombro en el cuál llorar, que llame a su mamá. A mí, maní!
Y de verdad que me molesta caleta tomar esta decisión, porque me encanta a otro nivel,pero es que ¡weón! hay un límite. Y yo de verdad soy una mina bacán, tanto como polola como amiga, y no me merezco en ningún caso un trato como este. De solo pensar en lo deprimida y maltratada que me sentiría si es que me hubiera quedado en mi casa, sentada en mi pieza viendo televisión, con el celular en la mano esperando a que me llamara, para finalmente tener que acostarme vacía de ilusiones, sin siquiera haber recibido un puto mensaje que me dijera que se le había pasado la hora, me hace de verdad mandar a la mierda todo. A él, a yo con él, a nosotros. Es que...¡Que le corten la cabeza!
Y esa es mi sentencia final. Yo tengo mucho que entregar, pero a quien esté dispuesto a recibir (y por lo tanto a agradecer).
Además, si le sumamos a todo esto el hecho de que mis amigos me miraban con un poco de lástima porque yo estaba ahí supuestamente de pasadita no más, porque después me iba a juntar con quién ellos sabían era mi ex, entonces de verdad me veo mucho más patética de lo que puedan creer: Me plantó un mino que ya me había rechazado y al cuál yo seguía dándole oportunidades.

¡Que le corten la cabeza!
Esa es mi sentencia final.





Para decorar esta situación, los dejo con Deceptacon, canción de le tigre que habla un poco del desilucionarse de alguien. La escucho y grito: " I'm out of time, I'm out of fucking time!!"

Sacando para afuera

lunes, 9 de junio de 2008

Empezar un blog autobiográfico a estas alturas del año es un poco extraño, lo sé. Para eso se eligen fechas como marzo o enero. Razones para justificarme no tengo; al menos no tengo nada consistente.
Más que nada necesito un poco de expresión tal cual. Porque tengo otro blog, perdido por ahí, donde escribo cosas, pero nadie las entiende porque me preocupo de ultra codificarlas.
Aqui, ahora donde está usted leyendo, no hay mentiras. Todo ocurre tal cual. Sucede en mi vida, en mi cabeza, en mis sueños, en todas partes.
Siento que estoy naciendo. Estoy en un estado pseudo depresivo, de insatisfacción general en relación a los hombres (a EL hombre), de rebeldía hacia mis padres (rebeldía tardía si me preguntan, porque ya tengo 21 años), de ansiedad extrema también, por lo que fumo y como todo el día. Me doy cuenta en todo caso de la pena que tengo. Alcanzo a tener un grado de conciencia con respecto al proceso que estoy viviendo, por lo que se hace todo más sostenible. Al verlo como pasajero paso a sentir que estoy pisando un escalón firme y no cayendo en un vacío.
La metáfora entonces es que estoy en "trabajo de parto". Estoy a punto de sufrir un cambio definitivo, pero para llegar a él tengo que primero pasar por esta pena, esta desilución, rabia, angustia, ansiedad e inconformidad rancia que me tiene incapacitada para buscar horizontes más promisorios. Después nacerá esta nueva parte de mí que tal vez pueda concretar satisfacción, y haga de estas semanas de trabajo de parto algo que valga la pena.
Algo así como un proceso de maduración.